"Fragmentos del caos": cómo hacer crítica desde el humor
Sobre la nueva obra de los CometaBrás y el tiempo
El domingo pasado conocí el hermoso Teatro Popular. Un acogedor barcito nos recibía a mi amiga Bian y a mí en el primer piso. Apuramos unas tacitas de café y entramos a la sala para ver Fragmentos del caos, la nueva obra del grupo teatral CometaBrás. Experimental, esta agrupación funciona desde la década del ‘80 y ha actuado en el Parakultural, Cemento y Palladium, entre otros espacios, todos ellos míticos lugares. Al entrar en la sala, en el escenario se erguían un espejo, una mesa y una silla que representaban el espacio de un camarín. Una mujer (Marcela Trajtenberg), que entendíamos que era la productora o la asistente de producción, les daba indicaciones para una escena a un hombre (Leandro Rosati) y a otra mujer (Dalila Real). La rapidez de la escena nos hizo imaginarnos el ambiente televisivo, donde el tiempo corre y no deja respiro.
De fondo, sonaba una pista musical de sonidos de relojes que se superponían, dando la idea de un tiempo desquiciado, loco. Como la música que proviene de las antiguas cajas musicales con bailarinas. La obra ponía en jaque las distintas nociones de tiempo, abarcadas cómicamente por el presentador Rosati. La idea de que el tiempo se nos escapa, la idea de que va más rápido que nosotros, la idea de perder el tiempo ¿Se puede tener el tiempo? ¿O es que el tiempo nos tiene a nosotros? El presentador nos dejó con varias preguntas para reflexionar. Luego, un pequeño número de dos bailarinas, que funcionaban como dobles simétricas, que nos remitían al universo del teatro clown, más de tipo físico.
La obra constaba de distintas escenas. El hilo conductor era la temporalidad. Había un programa llamado InTempo, que un hombre (Damián Calvo) sintonizará con su control remoto. Viajes en el tiempo a raíz de un concurso en el que los participantes deberían donar un órgano para obtener un premio. Para ello debían representar distintas escenas con épocas elegidas con la modalidad de la ruleta. De manera intercalada, una presentadora de un programa de radio en un futuro distópico transmitía desde “la costra” las noticias sobre un director perdido. La voz de Dalila Real sonaba imponente y segura, otorgándole el misticismo y el misterio necesarios a la escena. Sobre su pelo tenía calzado un sombrero de tiras negras, algo que me remitía al universo de Brazil (1985, Terry Gilliam), oscuro mundo distópico en el que la burocracia es de las pocas cosas que continúan existiendo.
Fotograma del fim Brazil (1985, Terry Gilliam)
Los momentos musicales no faltaron. Las graciosas, por lo cómicas y lo elegantes, interpretaciones de Rosati y Real eran muy agradables. Las letras de las canciones, al igual que el tono de la obra en su totalidad, permitían leer críticamente la realidad que nos aqueja y en la que estamos sumidos. No hay quien escape al paso del tiempo, ni tampoco de la opresión, parecía decir la obra. Sea en la época de la conquista y colonización, en el futuro en el que los humanos aparecían de manera monstruosa y perseguían las sobras de comida que caían de camiones de basura, o en el presente en el que los ricos cantaban canciones marcando sus diferencias con la gente más carenciada (llamándoles “ignorantes”, cualquier similitud con la realidad…), el resultado es el mismo.
Ese caos al que remite el título de la obra es en el que nos encontramos inmersos. Cada cual lo percibirá distinto, según su identidad, su pertenencia social y su clase, claro. Así, la obra se constituye como una crítica a la sociedad actual, a estos tiempos en los que nadie parece escapar a las garras de las medidas gubernamentales que nos corre. Pero que no por eso (aunque, claro, la resistencia y la pelea son necesarias) nos dejaremos vencer. Y podemos aún disfrutar de estar un domingo compartiendo un espacio en un teatro y viendo obras tan hermosas como esta. Para seguir problematizando sobre la realidad, con nuestros seres queridos y apurando cafecitos, cada vez que haga falta.
*Si al terminar de leer esta reseña, te quedaste con ganas de ver esta divertida y reflexiva obra, acá te dejo el link para sacar las entradas:
https://www.alternativateatral.com/obra95306-fragmentos-del-caos
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