La muestra fotográfica de Maximiliano Vernazza, “Argentinos | 1995-2025”, del Centro Cultural Ricardo Rojas fue una buena forma de esperar a que den sala para ver Todo lo que nombro desaparece, de Hernán Lewkowicz y dirigida por él junto con Jesi Gonzalez Ajon. Con mi amiga Cata vimos fotos de Charly García junto a María Gabriela Epumer, estrellas como Susana Giménez, Lionel Messi, entre otras. Cuando dieron sala, nos logramos instalar en la segunda fila de butacas de la sala Batato Barea. Hernán Lewkowicz apareció en escena con su cara mirando al suelo y despojado de su ropa, excepto por la interior. Con movimientos sutiles, se calzó una bata de seda rojiza. El maquillaje (las cejas arqueadas y finitas, los labios corazón) y el pelo a lo Bette Davis me remitieron al instante a un universo de tiempo pasado. Y a un personaje que no pude recordar cuál era.
Foto de Bette Davis
La historia comenzó con La Deseo (Lewkowicz) contando cómo le sirvieron una uva en mal estado y un coñac, que derivó en un vahído. Ella dijo morir en aquel instante. Pero el presente se hizo carne al explicar al público cómo un joven escritor se acercó a ella con el propósito de escribir un libro sobre su vida. Le entregó un poema que la protagonista leyó y calificó de hermoso. La protagonista comenzó por la explicación del origen de su nombre actual, La Deseo, nombre que al instante me remitió a la productora de los hermanos Almodóvar. Los varones que la cortejaban así se lo hacían saber: la deseo. Verbo que ella luego convertiría en sustantivo propio. Coqueta, La Deseo le contó al poeta, que parecía querer hacer las de reportero biógrafo, que esa noche ella se encontraba en el bar esperando a un admirador con el que cenaría. El motivo: su cumpleaños, pero no el de su nacimiento biológico (por decirlo de algún modo) sino el de su identidad actual.
Su despertar sexual, los primeros hombres que llamaron su atención y el inicio de su carrera como cantante, a la par de su nuevo nombre e identidad femenina componían el relato que La Deseo construía para su oyente. “Anotá”, le repetía la diva al mismo tiempo que extendía su dedo índice. Como si en eso radicara la fuerza de su posible futura inmortalidad, se corregía sus palabras para precisar, para indagar en el detalle. Quizás de ese modo lograría hacer perdurar su legado, siendo del todo fiel a la verdad de los hechos de su vida. No escapaba la familia del relato. La diva le describió cómo fue el momento en el que su madre le dio la espalda, ya que decía tener una hija. La escurridiza hermana, cuyo hueco en la estructura familiar -según su madre- no alcanzaría a llenar La Deseo.
Norma Desmond (Gloria Swanson)
La obra es un monólogo a público que deja lucir la hermosa poética de Lewkowicz. Un texto cuidadosamente escrito, con giros en la trama, momentos cómicos y otros que lo dejan a uno sin aliento. Hacia el final, la historia parece enrarecerse adrede, para desorientar al espectador y desconfiar sobre la veracidad de los hechos. Las uvas y el coñac (palabra pronunciada de manera fina por el atractivo personaje) se harán carne en varios momentos. El tiempo presente en el que está escrito el texto le agrega intensidad al momento. Y es que el relato de La Deseo está cargado de pasión. La interpretación del autor y protagonista es brillante.
Los movimientos elegantes de la estilizada artista son acompañados por un registro del habla de la época pasada en la que se sitúa la obra. Todo ello potenciado por el magnífico trabajo de iluminación a cargo de Ricardo Sica. Luces violáceas arman momentos dignos de retratar. También era hermosa la manera en que la luz recortaba la figura de Lewkowicz en determinadas partes de la obra para acentuar ciertos instantes. A la salida de la función, con mi amiga Cata comentamos la obra y en ese momento la recordé. El personaje con el que relacioné a La Deseo era Norma Desmond, el mítico personaje del film Sunset Boulevard (1950, Billy Wilder). O El ocaso de una vida, como se la conoció en español, idea que sirve para pensar en esta imperdible obra de Lewkowicz.
*Si al terminar de leer esta reseña, te quedaste con ganas de ver esta profunda y hermosa obra, acá te dejo el link para sacar las entradas:
https://www.alternativateatral.com/obra85254-todo-lo-que-nombro-desaparece
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